Page 511 - Anatema - Neal Stephenson
P. 511

pregunté por qué nunca antes había probado una táctica


          tan simple.



            Peleándonos  con  los  zapatos,  subiéndonos  los


          pantalones de vez en cuando, salimos de la Puerta de Día.

          La plaza estaba desierta. Recorrimos el camino entre las

          fuentes gemelas y entramos en la ciudad de los burgos.


          Hasta  que  yo  tuve  seis  años  allí  había  habido  un  viejo

          mercado. Luego las autoridades habían decidido llamarlo

          Mercado de Antaño, lo habían derribado y construido uno


          nuevo  dedicado  a  la  venta  de  camisetas  y  objetos  con

          imágenes del viejo mercado. Mientras tanto, la gente que


          llevaba los pequeños puestos del viejo mercado se había

          ido a otro sitio y montado algo en las afueras de la ciudad

          que se llamaba el Nuevo Mercado, aunque en realidad era


          el  viejo  mercado.  Alrededor  del  Mercado  de  Antaño  se

          habían abierto algunos casinos, con la esperanza de servir


          a la gente que venía de visita o que tenía algún asunto de

          un  tipo  u  otro  relacionado  con  el  concento.  Pero  nadie

          quería visitar un Mercado de Antaño rodeado de casinos,


          y la verdad es que el concento no era una atracción tan

          grande, así que los casinos estaban sucios y descuidados.

          De  noche,  en  ocasiones,  podíamos  oír  la  música  de  las


          salas de baile que tenían en los sótanos, pero a aquella hora

          estaban silenciosos.

            —Ahí podemos desayunar —dijo Barb.


            —Los restaurantes de los casinos son caros —objeté.



                                                                                                          511
   506   507   508   509   510   511   512   513   514   515   516