Page 57 - Anatema - Neal Stephenson
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¡Debo decir que en realidad no hace falta mucha energía


          para  hacer  funcionar  un  reloj  —aunque  sea  enorme—

          durante  veinticuatro  horas!  Casi  toda  la  energía  que

          estábamos introduciendo en el sistema servía para hacer


          funcionar los elementos añadidos: campanas, puertas, el

          Gran Planetario que había justo al otro lado de la Puerta

          de Día, otros planetarios menores y los ejes polares de los


          telescopios del astrohenge.

            No  tenía  en  mente  ninguna  de  esas  cosas  mientras

          empujaba la barra alrededor del cilindro. Cierto, durante


          los  primeros  minutos  consideré  esas  cosas  nuevamente,

          simplemente  porque  sabía  que  el  artesano  Flec  estaría


          observando e intentaba imaginar cómo se las explicaría, en

          el  supuesto  de  que  me  lo  preguntase.  Pero  cuando

          pillamos  el  ritmo  y  mi  corazón  se  puso  a  palpitar  al


          compás, y el sudor fue cayéndome por la nariz, me había

          olvidado por completo del artesano Flec. El canto de los


          alternos era mejor de lo que esperaba… no tan malo como

          para llamar la atención. Durante uno o dos minutos pensé

          en la historia de sante Bly. Después, pensé sobre todo en


          mí mismo y mi situación en el mundo. Sé que era egoísta

          por mi parte y lo contrario de lo que debía hacer durante

          el auto. Pero los pensamientos incontrolados e indeseados


          son los más difíciles de expulsar de la mente. Puede que

          consideres  de  mal  gusto  que  cuente  lo  que  pensaba.  Es

          posible que  te resulte demasiado íntimo,  quizás incluso


          inmoral… un mal ejemplo para otros filles que algún día



                                                                                                            57
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