Page 68 - Anatema - Neal Stephenson
P. 68

—Once años. Y todavía no le han quemado en la hoguera


          —dijo  Quin  muy  serio.  Me  pregunté  si  fra  Orolo

          comprendía  que  Quin  bromeaba…  que  se  metía  con  él.

          Orolo no dio ninguna señal de comprenderlo.


            —¿Tenéis criminales?

            —Claro  que  sí.  —Pero  el  simple  hecho  de  que  Quin

          respondiese tal cosa hizo que Orolo pasase a otra página


          del cuestionario.

            —¿Cómo lo sabéis?

            —¿¡Qué!?


            —Dices  que  «claro  que  sí»  que  tenéis  criminales,  pero

          mirando a alguien en particular, ¿cómo se sabe si es un


          criminal  o  no?  ¿Se  los  marca?  ¿Llevan  tatuajes?  ¿Los

          encierran?  ¿Quién  decide  quién  es  o  deja  de  ser  un

          criminal?  ¿Una  mujer  con  cejas  afeitadas  dice  «eres  un


          criminal» y hace sonar una campana de plata? ¿O es más

          bien  un  hombre  con  peluca  que  golpea  un  bloque  de


          madera con un martillo? ¿Hacéis pasar al acusado por un

          imán  con  forma  de  rosquilla?  ¿O  usáis  una  varilla

          bifurcada  que  vibra  cuando  se  acerca  al  mal?  ¿Un


          emperador desde su trono da a conocer la sentencia escrita

          en  tinta  bermeja  y  sellada  con  cera  negra  o  quizás  el

          acusado debe caminar descalzo sobre una parrilla? Quizás


          hay una praxis ubicua de imágenes en movimiento, lo que

          llamaríais  motucaptores,  que  lo  sabe  todo,  pero  cuyos

          secretos  sólo  pueden  ser  revelados  por  un  tribunal  de


          eunucos cada uno de los cuales ha memorizado parte de



                                                                                                            68
   63   64   65   66   67   68   69   70   71   72   73