Page 70 - Anatema - Neal Stephenson
P. 70

—Si me consideran digno, me gustaría mucho estar al


          otro lado —dijo fra Orolo, y luego me miró con expresión

          alegre, como si hubiese adivinado lo que pensaba—. Lo

          que quiero decir es que, dentro de unos nueve años, seré


          llamado al laberinto superior, que separa este cenobio del

          centenario. Allí llegaré hasta una reja de una habitación a

          oscuras,  y  al  otro  lado  de  la  reja  habrá  un  Centeno  (a


          menos que todos hayan muerto, desaparecido o se hayan

          convertido en otra cosa), que me hará preguntas que me

          parecerán tan extrañas como las mías te lo parecen a ti.


          Porque  ellos  deben  prepararse  para  su  Apert  como

          nosotros para el nuestro. En sus libros tienen registradas


          todas las prácticas judiciales de las que ellos, y otros en

          distintos  concentos,  han  sabido  en  los  últimos  tres  mil

          setecientos años. La lista que te he leído hace un minuto


          no es más que un único párrafo de un libro tan grueso

          como mi brazo. Por tanto, aunque te parezca un ejercicio


          ridículo,  te  estaría  muy  agradecido  si  te  limitases  a

          describir cómo escogéis a vuestros criminales.

            —¿La respuesta acabará en ese libro?


            —Sí, si es nueva.

            —Bien, todavía tenemos doctores magistrados que vagan

          durante la luna nueva en cajas selladas de color púrpura…


            —Sí, los recuerdo.

            —Pero  no  aparecían  tan  a  menudo  como  hacía  falta…

          Los  Poderes  Fácticos  no  lo  hacían  demasiado  bien







                                                                                                            70
   65   66   67   68   69   70   71   72   73   74   75