Page 67 - Anatema - Neal Stephenson
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—Qué molesto. ¿Por qué no se rebeló el pueblo?
—Con el tiempo nos hicieron creer que los kinagramas
eran realmente mejores. Por tanto, supongo que tienes
razón. En realidad es gily… —Pero calló antes de terminar
la palabra.
—Puedes decirlo. No es una palabra malsonante.
—Bien, no la diré, porque me parece mal decirla aquí, en
este lugar.
—Como desees, artesano Quin.
—¿Por dónde íbamos? —preguntó Quin, para luego
responderse a sí mismo—: Me has preguntado si sé leer,
no esto sino las letras inmóviles que se empleaban para
escribir en orto. —Hizo un gesto hacia mi hoja, que estaba
poniéndose oscura, cubriéndose de esa escritura.
—Sí.
—Podría si tuviese que hacerlo, porque mis padres me
obligaron a aprender. Pero no lo hago, porque no me hace
falta —dijo Quin—. Pero el caso de mi hijo es muy
diferente.
—¿Su padre le obligó a aprender? —dijo fra Orolo.
Quin sonrió.
—Sí.
—¿Lee libros?
—Continuamente.
—¿Qué edad tiene? —Una pregunta que evidentemente
no estaba en el cuestionario.
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