Page 82 - Anatema - Neal Stephenson
P. 82

—Ah,  quizá  te  gustaría  elaborar  un  poco  más  esa


          afirmación,  porque  no  estoy  dotado  de  tus  habilidades

          para las palabras, fille Erasmas, y me disgusta no ser capaz

          de seguir tu argumento.


            —Muy  bien,  pa  Orolo.  Decir  que  se  produjeron

          «cambios» parece una forma más diaxana de expresarlo,

          completamente desprovista de cualquier juicio emocional


          subjetivo, mientras que cuando decimos «reformas», da la

          sensación de que había algo erróneo en la administración

          anterior de los cenobios y que…


            —¿«Merecíamos» ser saqueados? ¿Era «preciso» que los

          Panjandrumes viniesen a corregirnos?


            —Cuando lo dices de esa forma, pa Orolo, y en ese tono,

          da  la  impresión  de  que  los  cambios  realizados  no  eran

          necesarios… que el Poder Secular nos obligó injustamente.


          —Tuve  problemas  con  algunas  palabras  porque  estaba

          emocionado. Había entrevisto una forma de pillar a Orolo.


          Porque  esas  reformas,  esos  cambios,  eran  tan

          fundamentales para los cenobios como asistir cada día a

          Provenir,  y  le  resultaría  imposible  posicionarse  contra


          ellos.

            Pero fra Orolo se limitó a agitar la cabeza con tristeza,

          como si apenas pudiese creer lo que nos estaban contando


          en las salas de tiza.

            —Tendrás que repasar el Sæculum de sante Cartas.

            Es de sobra conocido que los avotos que pasan mucho


          tiempo  mirando  por  los  telescopios  adoptan  una



                                                                                                            82
   77   78   79   80   81   82   83   84   85   86   87