Page 219 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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C‐57‐D se miraron.
Adams dijo pesadamente:
—Ahora son dos…
—Parece que Morbius no estaba bromeando, respecto a
esa “Fuerza” —comentó Farman.
—Una cosa sabemos ahora —expresé— y es que la
“Fuerza” no tiene nada que ver con él. La inyección que le
apliqué, lo durmió.
—¿Qué, es, entonces? —preguntó Adams—. Algún…
¿algún Krell que ha sobrevivido?
Hubo un silencio, que yo quebré, diciendo:
—Hay demasiadas cosas que no comprendemos. Si
obtuviéramos la respuesta a una de ellas, las restantes tal
vez se explicarían…
Me miraron, confundidos. Bien podían estarlo, porque
yo mismo no estaba muy seguro de lo que decía. Pero
continué lo mismo.
—Tomemos, por ejemplo, el caso de ese mono, él tití…
—dije y les expliqué cómo había guardado su cadáver para
efectuar la disección—. Me sentía curioso acerca de los
animales en general. No tenía idea de lo que iba a hallar. O
de lo que “no” iba a hallar…
La forma en que me miraron me hizo dar cuenta de que
tenía que trasmitirles algo de lo que había experimentado
allá abajo, en la enfermería.
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