Page 229 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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de aplicar a su padre, era uno de los más recientes
hipnóticos.
—Va a permanecer en la forma que lo vió, por varias
horas. Muy feliz y “sin dormir” —le manifesté.
Ella me sonrió, pero sus labios temblaban y no pudo
hablar. Le apreté el brazo otra vez y la conduje a la sala,
después de ordenar a Robby que permaneciera en la puerta
de Morbius y nos avisara si trataba de levantarse.
Cerré la puerta de la sala e instalé a Altaira en un sillón.
Luego, fui hasta el comedor y encontré una jarra con vino,
del que serví una copa para ella y otra para mí.
Acerqué otra silla y me senté frente a la joven,
pidiéndole que me narrara lo ocurrido. Estaba tan
agradecida de mi presencia allí, que todavía no se le había
ocurrido preguntar el porqué de la misma.
Comenzó diciendo:
—Estuvo bastante tiempo durmiendo. Durante horas.
Justo hasta un momento antes de que usted viniera. Me iba
a acostar, cuando le oí que empezaba a gritar. No pude
entender lo que trataba de decir y corrí a su habitación…
y… y… —su voz se ahogó, pero se rehízo y pudo seguir—.
Yo… yo tenía miedo. No me conocía. Seguía gritando…
tenía temor de dormir, a causa de las horribles pesadillas
que soñaba. Lo odiaba a usted… repetía su nombre una y
otra vez. Y el de John… —un ligero rubor comenzó a subir
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