Page 230 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 230

desde su cuello…— ¡y no sabía quién era yo! —repitió—.

         ¡No sabía quién era yo! Quiso… quiso pegarme…

                Calló. Creí que iba a romper a llorar, pero se contuvo y

         me agradó aún más por ello. Alzó su copa y tomó un sorbo


         de vino.

                Y me miró. Vi que la pregunta que no temía aparecía en

         sus ojos. Estaba mezclada con su miedo.

                Al fin preguntó:


                —Pero… pero usted no sabía. ¿Por qué vino? ¿Le ha…

         le ha pasado algo a John?

                —Tranquilícese,  Altaira  —le  respondí—.  Nada  le  ha


         pasado; está lo más bien. He venido para cuidar a usted y a

         su padre.

                —Pero,  ¿por  qué  ahora?  —inquirió—.  ¿Por  qué  en


         medio de la noche? ¡Algo tiene que haber pasado!

                No  tuve  otro  remedio  que  decirle.  No  di  detalles,

         excepto que la nave había sido atacada y un hombre había

         resultado muerto. Dije que no habíamos visto a los atacantes


         y no sabíamos quién o qué eran, pero nos imaginábamos

         que, ya que había algún enemigo misterioso merodeando, y

         como  su  padre  estaba  enfermo,  alguien  tenía  que

         permanecer aquí, en la casa. Adams había querido venir, le


         dije, pero no pudo abandonar el mando.

                Me  escuchó  con  gravedad.  Sentada,  allí,  con  sus  ojos

         clavados en los míos. No sólo eran ojos bellos, sino también





                                                                                                          230
   225   226   227   228   229   230   231   232   233   234   235