Page 64 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
P. 64
pasa? ¡Ah, no! Nos sentamos a Deber su repugnante vino,
contestando “Sí, señor” y “No, señor” mientras el doctor le
halaga el oído…
—¡Basta, teniente! —Adams también se estaba
poniendo furioso ahora. Miró a Farman con ojos que
denotaban firmeza y frialdad—. Yo comando esta misión —
dijo—. Si usted desea quejarse de la forma en que lo hago,
presente un formulario G‐3 cuando regresemos. Hasta
entonces, usted hará lo que yo diga. No le formulará
pregunta alguna a Morbius. Yo me encargaré de eso,
cuando me sienta pronto y dispuesto. —Transfirió su glacial
mirada a mí—. Esto vale para usted también, doctor.
Asentí con la cabeza y Jerry Farman dijo secamente:
—Muy bien, comandante.
Adams se calmó un poco.
—Quizás yo desee que él inicie el tema… —comenzó a
decir. Pero no pudo continuar, porque se abrió la puerta y
Morbius entró en la sala.
Se acercó a nosotros con su paso largo y ágil y,
sonriéndonos, dijo:
—Robby me comunica, caballeros, que el almuerzo está
listo…
III
Comimos en una mesa maciza, en un ángulo
64

