Page 60 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Pónganse cómodos. —Se notó un ligero temblor en un
ángulo de su boca y estuve seguro de que le causábamos
gracia.
Farman y Adams se sentaron en un sofá. Yo escogí una
silla frente a ellos. Morbius se quedó de pie y, por vez
primera, me fijé en sus ropas: túnica y pantalones de una
tela oscura y suave, que tenía un curioso brillo interior.
Dijo:
—Espero que se den cuenta, caballeros, de que son mis
primeros visitantes. Es ésta por lo tanto una ocasión y, como
tal, hay que celebrarla. —Sonrió—. De manera que, si me
perdonan por un momento…
Atravesó la habitación y desapareció por una puerta
interior. Adams y Farman iniciaron un cuchicheo en voz
baja y yo miré en torno, con ávida curiosidad el salón
principal de esta casa extraordinaria.
Lo más extraordinario de ella es que no lo parecía en
absoluto. La habitación misma y cuanto en ella había, estaba
tan bien diseñado, tan bien balanceado, que después que
empecé a analizarlo, me di cuenta cuán fuera de lo usual era
todo. Tan poco corriente, en material, forma y diseño, que
yo no podía entender por qué la impresión general no era
extravagante hasta el punto de resultar fantástica.
No obstante, no lo era. Todo, el cuadro de conjunto, era
agradable, confortable, con aire de lujo medido. Me causaba
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