Page 81 - El Planeta Prohibido - Stuart W J
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Levantó  su  mirada  hacia  él  e  hizo  desaparecer

         instantáneamente  todo  vestigio  de  enojo.  Y  no  hay  que

         asombrarse de que fuera así. Era una mirada que podida

         haber  lanzado  mil  espacionaves,  para  no  hablar  de  las


         galeras troyanas.

                —Pero,  papá  —dijo—,  creí  que  sólo  te  referías  al

         almuerzo…  —Parecía  no  mirarnos,  pero  yo  sabía  que  lo

         hacía.


                —Mi querida criatura —comenzó a decir Morbius—, tú

         sabes perfectamente bien…

                —Desde  luego  que  lo  sé  —replicó  ella—.  Pero…


         simplemente, no pude mantenerme alejada. ¡Cómo podría

         haberlo  hecho!  —Su  voz  era  rara  y  deliciosamente

         profunda.


                Morbius le sonrió.  Con una sonrisa bien diferente de

         cuantas habíamos visto en su cara.

                —No… supongo que era esperar demasiado —dijo.

                Ahora nos estaba mirando abiertamente. El color de su


         rostro se encendía y se atenuaba y su respiración era rápida.

                Morbius              se       volvió           a       nosotros,            manejando

         delicadamente  lo  que  para  él  debió  ser  una  situación

         embarazosa.


                —Permítanme  que  les  presente  a  mi  hija  Altaira,

         caballeros… El Comandante Adams, el Mayor Ostrow, el

         Teniente Farman.





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