Page 174 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
P. 174
rojo verdoso, pero de forma humana; sobre
pedúnculos, agitándose en mi dirección. Su boca,
tan compleja como una máquina, se retorcía y
lamía según el movimiento de la cosa, y su costra
metálica tenía manchas de los pacientes líquenes.
»La mariposa, repugnante y frágil, aleteaba sobre
mi cabeza y la criatura cangrejo intentó atraparla
con sus grandes pinzas. Falló; pero me pareció ver
trozos de carne pálida en la boca.
»Desde entonces he meditado sobre aquella visión
—le dije a Nebogipfel—, y esa impresión se ha
confirmado. Ahora creo que aquella combinación
de depredador traicionero y presa frágil podría ser
consecuencia de la relación entre Elois y Morlocks.
»Pero sus aspectos eran tan distintos: los ciempiés
y los cangrejos...
»En espacios de tiempo tan grandes —insistí—, la
presión evolutiva es tal que las formas de las
especies son flexibles, eso nos dice Darwin, y la
regresión zoológica es una fuerza dinámica.
¡Recuerde que usted y yo, y los Elois y Morlocks,
somos, si lo mira desde un punto de vista amplio,
primos descendientes de la misma familia de
peces!
Quizás, especulé, los Elois habían ido al aire en el
intento desesperado de escapar de los Morlocks; y
los depredadores habían salido de sus cavernas,
dejando atrás toda simulación de invención
mecánica, para arrastrarse por las frías playas,
esperando a que una mariposa‐Eloi se cansase y
174

