Page 464 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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Los chillidos de Nebogipfel me despertaron.
Una voz de Morlock, gritando, es como un
borboteo: misterioso, pero escalofriante.
Me senté en la fría oscuridad; y por un
momento imaginé que había vuelto a mi
cama en Petersham Road, pero los olores y
texturas de la noche del Paleoceno me
arrollaron.
Me arrastré fuera del jergón y salté del suelo
del refugio a la arena. Era una noche sin
luna; y las últimas estrellas se apagaban en el
cielo a medida que llegaba el sol. El mar se
mecía plácido y la pared del bosque estaba
oscura y quieta.
En medio de aquella fría tranquilidad azul, el
Morlock cojeaba hacia mí en la playa. Había
perdido la muleta y, me parecía, apenas
podía tenerse erguido, y menos aún correr.
Tenía el pelo revuelto, y había perdido la
máscara; incluso mientras corría tenía que
levantar las manos para cubrirse los ojos
sensibles.
Y tras él, persiguiéndolo...
Tenía unos diez pies de largo y era en su
forma general similar a un cocodrilo; pero las
patas eran largas y flexibles, lo que le daba
un aspecto alto como de caballo,
completamente diferente al andar de un
cocodrilo de mi época; estaba claro que
aquella bestia se había adaptado a correr y
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