Page 468 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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EL CAMPAMENTO
Supuse que Gibson no estaba solo. Se puso el
rifle al hombro, se volvió e hizo una señal
hacia la jungla.
Dos soldados salieron de las sombras. El
sudor había empapado las camisas de
aquellos tipos y, a medida que salían a la luz
del día, parecía que sospechaban de nosotros
y estaban más incómodos que el teniente
coronel. Creo que los dos era hindúes —
cipayos, soldados del imperio—; sus ojos
brillaban negros y feroces, y los dos. llevaban
turbante y barba. Llevaban camisas caqui y
pantalones cortos; uno cargaba una enorme
arma automática a la espalda, y dos bolsas
pesadas de cuero, evidentemente con
munición para el arma. Las charreteras
plateadas brillaban a la luz del Paleoceno;
fruncieron el ceño ante el Pristichampus con
indisimulada ferocidad.
Gibson nos dijo que él y sus compañeros
participaban en una expedición de rastreo;
habían recorrido una milla desde su
campamento base, que estaba tierra adentro
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