Page 507 - Las Naves Del Tiempo - Stephen Baxter
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—Oh, él. —Stubbins se rascó la parte de atrás


                  de la cabeza.


                  —No  podrá  ayudar  en  nada,  Stubbins...

                  todavía no.


                  Suspiró.


                  —Bien, señor, ¿entonces qué hacemos?


                  —Creo que deberíamos seguir en la playa un

                  poco más, y buscar refugio para esta noche.


                  Creo que estaremos a salvo, no creo que des‐


                  pués de esto ningún animal de Paleoceno sea

                  tan  estúpido  para  atacar  a  un  hombre  esta


                  noche,  pero  quizá  deberíamos  encender  un


                  fuego. ¿Tiene cerillas, Stubbins?


                  —Oh,  sí,  señor.  —Se  palpó  el  bolsillo  del

                  pecho, y las cajas sonaron—. No se preocupe


                  por eso.


                  —No lo haré.

                  Retomé el paso seguro por la playa, pero los


                  brazos  me  dolían  excesivamente,  y  me


                  parecía  que  me  temblaban  las  piernas.


                  Stubbins  notó  mi  incomodidad  y  con

                  amabilidad  silenciosa  se  colgó  la  ametra‐


                  lladora a la espalda y levantó al Morlock. Era


                  fuerte  y  no  parecía  incomodarle  llevar  a

                  Nebogipfel.


                  Caminamos  hasta  encontrar  un  lugar


                  apropiado  en  el  borde  del  bosque  y  allí


                  establecimos el campamento para la noche.








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