Page 102 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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bían convertido en largas sesiones calculadas para pospo‐


          ner la toma de decisiones, y no eran más que una excusa

          para  un  Festival  de  los  Primeros.  Bueno,  no  tengo  nada

          contra los festivales. De hecho, durante un siglo y medio


          asistí a ellos únicamente para beber una vez más el buen

          alcohol terrestre. Pero tenía la sensación de que debíamos


          hacer algo por los pasajeros, así como por la descendencia

          de nuestros muchos cuerpos, antes que dejarles vagar por

          un mundo hostil, volviendo al salvajismo. Tenía la sensa‐


          ción de que nosotros, la tripulación, debíamos ayudarles,

          garantizándoles los beneficios de la tecnología que había‐

          mos preservado, en vez de construir para nosotros un im‐


          pregnable paraíso y tratar el mundo como una combina‐

          ción de coto de caza y burdel. Así que muchas veces me


          pregunté por qué no se hacía eso. Parecía una forma justa

          y equitativa de gobernar un mundo.

             –¿Debo entender por eso que eres un aceleracionista?


             –No –dijo Sam–, simplemente un inquisitivo. Soy curioso,

          eso es todo, respecto a los motivos.

             –Entonces, para responder a tus preguntas –dijo Brahma–


          , ello es debido a que no se hallan preparados todavía. Si

          hubiéramos actuado inmediatamente..., sí, hubiéramos po‐

          dido hacerlo. Pero al principio nos mostramos indiferentes.


          Luego, cuando surgió la cuestión, nos vimos divididos. Ha‐

          bía pasado demasiado tiempo. No están preparados, y no


          lo estarán durante muchos siglos. Si fueran expuestos a una

          tecnología avanzada en este punto, las guerras subsiguien‐

          tes darían como resultado la destrucción de los principios




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