Page 158 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
P. 158
dioses como por mendigos, amos y perros a la vez. ¡Pero
oh, carecer de él! Aprecia cada bocanada, Rild, como si
fuera la última..., ¡porque ésta se halla ya muy cerca!
–Sé dice que eres sabio en esos asuntos, Yama –dijo el que
había sido llamado Rild y Sugata–. Se dice que eres un dios,
cuyo reino es la muerte y cuyo conocimiento se extiende
más allá del alcance de los mortales. En consecuencia, qui‐
siera hacerte unas preguntas, mientras estás ahí de pie,
ocioso.
Yama no exhibió su burlona sonrisa, como había hecho
con todas las afirmaciones anteriores de su oponente. Esta
vez sus palabras tenían un toque ritual.
–¿Qué es lo que quieres saber? Te garantizo la última vo‐
luntad de una pregunta.
Entonces, con las antiguas palabras del Katha Upanishad,
el que había sido llamado Rild y Sugata salmodió:
–«Hay dudas relativas a un hombre cuando está muerto.
Algunos dicen que todavía existe. Otros dicen que no. Esto
es lo que querría saber de tus labios.»
Yama replicó con las antiguas palabras.
–«Sobre este tema incluso los dioses tienen sus dudas. No
es fácil comprender, porque la naturaleza del atman es algo
sutil. Hazme otra pregunta. ¡Libérame de responder a
ésta!»
–«Disculpa mi insistencia, oh Muerte, pero no puedo ha‐
llar a otro maestro como tú, y seguramente no hay otra res‐
puesta que anhele tanto como ésa en estos momentos.»
158

