Page 49 - El Señor De La Luz - Roger Zelazny
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Aquella noche los relámpagos cruzaron el cielo y la lluvia

        cayó como balas procedentes de lo alto.

           Los cuatro estaban sentados en la habitación de la alta to‐


        rre que se alzaba en la esquina nordeste del monasterio.

           Yama  recorría  la  estancia  arriba  y  abajo,  deteniéndose


        ante la ventana cada vez que llegaba a ella.

           Los  otros  permanecían  sentados,  observándole,  escu‐

        chando.


           –Sospechan –dijo–, pero no saben nada. No arrasarán el

        monasterio de otro dios, mostrando así ante los hombres la

        escisión en sus filas, no hasta que estén seguros. No están


        seguros, así que investigarán. Eso significa que el tiempo

        está aún con nosotros.


           Asintieron.

           –Un brahmán que había renunciado al mundo para hallar

        su alma pasó de camino, sufrió un accidente, murió aquí


        de muerte verdadera. Su cuerpo fue incinerado y sus ceni‐

        zas arrojadas al río que conduce al mar. Esto es lo que ocu‐

        rrió. Los monjes peregrinos del Iluminado estaban de visita


        en aquellos momentos. Se marcharon poco después del su‐

        ceso, ¿Quién sabe dónde fueron?

           Tak se irguió tan erecto como le fue posible.


           –Señor Yama –afirmó–, aunque puede que funcione du‐

        rante una semana, un mes, posiblemente más tiempo in‐


        cluso, esta historia se hará pedazos en las manos del Maes‐

        tro que juzgue al primero de cualquiera de los que estaban

        presentes en este monasterio que entre en la Mansión del




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