Page 418 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Tendrían que serlo.
Saltó de su escondite y comenzó a correr hacia
la salida. El aire llegaba frío a sus pulmones, el
corazón bombeaba como si hubiera corrido durante
horas, su vista se oscurecía, todo su mundo
reducido a aquella puerta en la distancia.
Escuchó una detonación silenciosa, apenas un
suspiro en la noche, y sintió la bala rasgando el aire
junto a su oído, girando sobre sí misma en busca de
algo sustancial que atravesar. El proyectil se
estrelló contra el murete de la azotea justo cuando
ella giraba y se sumergía en la rojiza oscuridad de
las escaleras.
Voló peldaños abajo y aún tuvo tiempo de girar
en dos tramos de escaleras antes de escuchar el
segundo disparo. La detonación iluminó la
penumbra con un breve fogonazo y la bala restalló
contra el barandal, provocando un tañido. Siguió
corriendo hasta que cruzó la puerta de seguridad
que daba a una planta cualquiera del edificio.
Se precipitó a la luz del pasillo y esprintó sobre
el suelo de mármol en dirección a las escaleras que
bajaban hasta la calle. La realidad pasaba a su
alrededor como una exhalación y escuchó cómo la
puerta de seguridad volvía a abrirse a su espalda.
Ni siquiera miró hacia atrás, no quería romper la
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