Page 631 - Hijos del dios binario - David B Gil
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—Mañana te llamaré si necesito algo —dijo él
por toda despedida.
Ella lanzó a Alicia una última mirada y terminó
por encogerse de hombros.
—Como prefieras.
Una vez fuera del vehículo, Daniel se aproximó
a la puerta F y la persiana de metal comenzó a
subir para franquearles el paso. Sin esperar a que se
abriera del todo, se agachó para pasar por debajo y
Alicia lo imitó.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó la periodista
cuando estuvieron al otro lado. Cruzaban un
pequeño garaje individual ocupado por una moto
deportiva de alargadas formas negras.
—¿Qué ha sido el qué?
—La mirada valorativa que me ha dedicado. El
«como prefieras».
—No me he dado cuenta —dijo Daniel,
mientras dejaba su maleta de ruedas junto a la
moto y activaba el contacto para comprobar que
tuviera combustible.
—¿Acaso también te cobra por otros servicios?
¿A eso se refería con lo de si querías acompañarla?
—Puede que te sorprenda, pero hasta ahora no
he necesitado pagar para según qué cosas.
—¿Quién sabe? —respondió Alicia—. Quizás te
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