Page 632 - Hijos del dios binario - David B Gil
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lo prorratea en el total y tú aún no te has enterado.


                  Él forzó una mueca para dar a entender que no


           le encontraba la gracia, al tiempo que subía el breve


           tramo de escaleras previo a una puerta de madera.



           La abrió con su huella dactilar y pasaron al interior


           del  apartamento.  Era  un  espacioso  loft  de  dos


           plantas,  y  por  lo  que  Alicia  pudo  distinguir  en  la


           penumbra,  parecía  amueblado  con  sobriedad.


           Daniel  activó  el  sistema  domótico  y  los  cristales


           perdieron algo de opacidad, revelando una terraza


           que  se  asomaba  a  unas  privilegiadas  vistas  de  la



           ciudad.


                  —Arriba  están  el  dormitorio  y  un  baño  —


           informó el anfitrión—, puedes instalarte allí. Yo me


           las apañaré aquí abajo.


                  Alicia  se  adentró  en  la  vivienda  y  recorrió  el


           entorno con la vista. En un principio podía parecer


           un tanto impersonal, excesivamente austera pese a


           su  elegancia.  Sin  embargo,  poco  a  poco  se


           descubrían detalles a media luz que resultaban de



           lo más reveladores: una amplia vitrina con decenas


           de  libros  alineados  por  colecciones;  raros  objetos


           que, a modo de trofeos, se repartían sobre estantes


           y  escritorios;  pliegos  de  papel  con  caligrafía


           japonesa —o china— colgados de las paredes; y lo


           que parecía una suerte de gimnasio que bien podía




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