Page 680 - Hijos del dios binario - David B Gil
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Capítulo 20


            Declarar una guerra









                  El  taxi  se  detuvo  a  las  puertas  del  Swissotel,


           uno  de  los  rascacielos  más  antiguos  de  Raffles


           Boulevard, y de su interior bajó un Daniel Adelbert


           de  rostro  circunspecto.  Sabía  que  a  partir  de  ahí


           debería medir cada paso y cada palabra, así que se


           tomó  un  instante  para  cuadrarse  la  chaqueta,


           respirar hondo y mirar la hora: las once y veintidós



           de  la  noche.  Levantó  la  vista  hacia  la  inmensa


           columna que se alzaba frente a él, hacia una noche


           sin  estrellas,  y  las  primeras  gotas  de  lluvia


           salpicaron sus labios. Olía a tormenta, sería mejor


           no demorarse.


                  El recibidor resultó ser uno de aquellos lugares


           que  gustaba  de  rememorar  la  herencia  colonial


           como  pretendido  sinónimo  de  buen  gusto.


           Presentaba  un  ambiente  cosmopolita  y,  apenas  se



           hubo  internado  entre  la  dispar  clientela,  un


           occidental trajeado le salió al paso:


                  —¿Señor Adelbert?


                  Daniel lo miró de arriba a abajo.


                  —¿Nos conocemos?


                  —Me llamo Yerik —se presentó, estrechándole




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