Page 683 - Hijos del dios binario - David B Gil
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La estancia estaba vacía, a excepción de un gran
butacón giratorio instalado en el centro de la
misma. Estaba ocupado por un hombre de
expresión serena que daba la espalda a una bahía
de Singapur azotada por los elementos. Sostenía un
cigarrillo en una mano y apoyaba la otra sobre su
pierna cruzada. Pelo cano recortado con pulcritud
militar, complexión nervuda, barbilla erguida y
ojos azules. No, definitivamente, aquel no era Hsen
Sek.
—Tanto tiempo escuchando hablar de usted, y
al fin nos conocemos, señor Adelbert —saludó con
afabilidad.
Daniel sostuvo su mirada, tratando de hacerse
una composición de lugar. Las posibilidades se
abrían paso en su mente y la más factible era la que
menos le gustaba.
—Por su expresión, me temo que estaba
esperando a otra persona —se lamentó el hombre
que fumaba.
—No me gustan las sorpresas. He venido a
hablar con el general Sek.
—El general Sek ha delegado en mí esta
reunión —informó su interlocutor con voz
monótona, y subrayó sus palabras con una
tranquila bocanada a su cigarrillo.
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