Page 684 - Hijos del dios binario - David B Gil
P. 684

—¿Y usted es...?


                  —Oh, discúlpeme. —Se puso en pie, dejó caer


           el cigarrillo sobre la moqueta y, sin molestarse en


           apagarlo,  avanzó  hacia  él—.  Me  llamo  Bastian



           Knocht, creo que habrá escuchado hablar de mí.


                  Y  le  tendió  una  mano  que  Daniel  estrechó  sin


           convicción, como si le invitaran a hurgar en un saco


           lleno          de         víboras.             Bastian             Knocht,              repitió


           mentalmente, aquel nombre sonó como un violento


           portazo a todas sus esperanzas, la constatación de


           que  había  estado  jugando  con  fuego  y  se  había



           quemado.


                  —No  debería  sorprenderse  —le  reprochó


           Knocht—. Lo cierto es que han procedido de forma


           bastante  descuidada.  Asaltan  uno  de  nuestros


           servidores  y,  ¿qué  hacen  cuando  no  consiguen  lo


           que  buscan?  Recurrir  al  más  influyente  traficante


           de información del mundo. Es la vía expeditiva, la


           más cara y obvia, lo que demuestra que alguien con


           mucho dinero le respalda, señor Adelbert. Aunque



           creo que este exceso de recursos ha embotado sus


           habilidades. Personalmente, esperaba algo más... —


           Movió  los  dedos  en  círculos,  como  si  intentara


           aprehender  un  concepto—.  Más  imaginativo,  por


           su parte.


                  —¿Quién me ha vendido?




                                                                                                            684
   679   680   681   682   683   684   685   686   687   688   689