Page 224 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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ámbito educativo, y a los que se quiere abordar desde determinadas propuestas. Sin embargo, una
diferencia sustancial es que, en este caso, la contención alude a una determinada orientación del
proyecto educativo, vinculada a las características sociales de los estudiantes, desde la cual se
buscan desarrollar ciertas condiciones para mejorar su desempeño escolar.
La orientación que asume el Proyecto, se inclina por una propuesta de contención, entendida
como la formación del educando en tanto “persona”, a través de la enseñanza de valores entre los
cuales se destaca la “Autoestima”.
3. La autoestima como valor educativo y propuesta pedagógica
Como parte del eje transversal sobre la enseñanza de valores, entre los años 2009-2012 se
desarrolla la “Autoestima” como eje transversal del Proyecto y se aborda particularmente en el área
de Comunicación y Expresión.
En uno de los proyectos del área se parte de una fundamentación en la que se plantea que
“se detecta una baja autoestima” en los alumnos, por tanto, la propuesta se sustentará en la
enseñanza de valores que “respaldarán su autoestima”. Ante esta afirmación me pregunto: ¿qué
lleva a los docentes a relacionar lo que observan en los alumnos con la autoestima?, y ¿qué sentidos
adquiere la autoestima como valor y contenido educativo en el espacio escolar?
Tanto en las expresiones de los docentes, como en los proyectos, la autoestima adopta
diversos sentidos como la autovaloración, la confianza en sí mismo, el reconocimiento de las
propias cualidades y capacidades, y el cuidado de sí, como características que se quieren fomentar
en los alumnos.
La introducción de este contenido supone el reconocimiento de la subjetividad del alumno,
de sus emociones y la importancia que revisten los vínculos afectivos durante la adolescencia. El
tema es abordado en los talleres a través de lecturas, relatos y el desarrollo de dinámicas grupales
que proponen la autorreflexión y volver la mirada hacia las emociones y la afectividad. Un dato
particular son las fuentes bibliográficas a las cuales se apela que proviene de literatura de
autoayuda, a través de autores como Coelho, Barylko y Branden.
Una profesora expresa respecto a la introducción de estos contenidos:
“Y en segundo año siempre vemos estos temas de valores, vemos “seriedad”, “respeto”, por más
que los chicos sean tremendos, que hablen con seriedad. Y se llega a la mente, se llega. Por
ejemplo, ahora “autoestima”, se llega a la conciencia, “nosotros valemos, por qué valemos,
cómo se construye la autoestima. Y llegan ellos a un estado de seriedad y de comprensión. Y
nos gusta, bajamos a veces satisfechos de que a ellos les llegó el mensaje. Yo creo que esa es la
manera que hoy los chicos necesitan, y es por eso que damos esto. Porque si le enseñas
responsabilidad hay tantas cosas que le faltan: interés hacia el estudio, responsabilidad
también les falta. Pero si no empiezan por ellos mismos, por la autoestima, ¿no?”
La autoestima se plantea como un recurso personal que se quiere afianzar en los alumnos,
ya que se considera que en tanto adolescentes insertos en este contexto de crisis familiar y social
experimentan dificultades en sus vínculos afectivos. Un profesor planteaba al respecto: “primero
acomodamos las historias para después poder enseñar”.
Por otra parte, se la considera como el primer paso para desarrollar un vínculo con el
conocimiento, en tanto permite estimular el interés y la responsabilidad hacia el estudio. Por ello,
uno de los aspectos que se destaca de la autoestima es la confianza en las propias capacidades.
Los textos que fundamentan este tema se dirigen, en muchos casos, a un público adolescente
y plantean la autoestima como un recurso para enfrentar las dificultades y alcanzar las metas
personales, entre las cuales el “éxito escolar” es una de las más importantes.
Considero que el interés por el desarrollo de la “interioridad” del alumno no sólo deviene
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