Page 225 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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de la preocupación por la enseñanza de valores, sino que se relaciona con una mirada que responde
                 a cambios culturales. Esta preocupación por la subjetividad, que ingresa a las aulas a través de las
                 propuestas curriculares, se inscribe en un clima de época en el cual “un magma sentimental” recorre
                 las relaciones sociales, y pareciera que las relaciones pedagógicas no pueden quedar ajenas a tal
                 embestida (Abramovsky, 2010: 99).
                        El enfoque dado a la autoestima y la bibliografía utilizada se inscribe, en muchos sentidos,
                 en la llamada por Eva Illouz “cultura emocional” que pone en un primer plano los sentimientos, los
                 afectos y desarrolla un estilo terapéutico, con técnicas específicas para comprender y manejar las
                 emociones (Illouz, 2007:112).
                        La  autoestima  como  contenido  educativo  se  inscribe  en  esta  mirada,  en  tanto  parte  de
                 reconocer  una  situación  de  sufrimiento  personal,  de  abandono,  de  falta  de  afecto,  como  una
                 condición subjetiva de carácter universal. Según el relato de los profesores, a través de los talleres
                 o en charlas personales, mediante la construcción de un clima de confianza y hospitalidad, se logra
                 que los alumnos expresen sus emociones, relaten algunas historias de dolor o sufrimiento personal,
                 para  reflexionar  sobre  aquello  que  afecta  la  confianza  en  sus  capacidades  y  posibilidades.  De
                 manera tal que la forma de abordar el tema adopta el estilo terapéutico que lo caracteriza.
                        Por otra parte, se plantea la  autoestima como un recurso personal que puede ayudar a
                 enfrentar las adversidades, como una herramienta para la autosuperación. En uno de los talleres la
                 profesora aborda la lectura de un texto que contiene las historias de dos estudiantes que superaron
                 condiciones extremas de adversidad y tuvieron “éxito” en sus estudios. Estas historias funcionan
                 como  relatos  ejemplificadores  que  le  sirven  a  los  docentes  para  destacar  valores,  y  relacionar
                 recursos personales como la autoestima y la resiliencia. Esta última, muy en boga desde hace unas
                 décadas,  entendida  como  una  herramienta  personal  para  enfrentar  situaciones  de  adversidad,
                 también  es planteada  desde  este enfoque  de  la  afectividad,  en  tanto  propone  la posibilidad  de
                 autosuperación de las condiciones de exclusión y pobreza.
                        De  este  modo,  se  lleva  adelante  una  propuesta  que,  de  manera  coherente  con  la
                 interpretación de los problemas escolares que se vienen planteando, permita a los estudiantes
                 afianzar la confianza en sí mismos, como modo de generar mejores condiciones para desarrollar su
                 escolaridad,  a  través  de  herramientas  como  la  autoestima  y  de  la  transmisión  de  un  orden
                 valorativo acorde a esta visión.
                        Por ello, aún más importante que plantear estos recursos personales, es entender que las
                 condiciones sociales de relegación son obstáculos que pueden ser superados desde la voluntad y la
                 acción personal. Coherentes con las visiones de  la posmodernidad estos relatos proponen a los
                 alumnos  como  sujetos  a  ser  enfrentados  con  su  propio  destino.  Como  plantea  Bauman,
                 parafraseando  a  Peter  Drucker:  “la  responsabilidad  de  la  condena  tampoco  corresponde  a  la
                 sociedad: tanto la redención como la condenación son responsabilidad de cada uno, resultado de lo
                 que cada uno, como agente libre, hace de su propia vida” (Bauman, 2002: 70).
                        Correspondiendo a estos sentidos, el recurso de la autoestima se relaciona con la búsqueda
                 de la autosuperación y el éxito personal. Un texto que se propuso para reflexionar con los alumnos
                 en uno de los talleres (que no parecía guardar relación con los otros temas) fue el de “Las máximas
                 de Bill Gates”. En él se expresan una serie de “consejos” dados a los jóvenes, por parte de quien
                 puede considerarse el ícono de un empresario exitoso.
                        Las máximas plantean la distancia entre la vida escolar y la real. Mientras la primera ofrece
                 oportunidades, la segunda muestra un mundo competitivo y sin concesiones para el que quiere
                 “triunfar”, o bien quien no se “esmera” lo suficiente” debe aceptar un lugar subordinado.
                        Más  allá  de  las  múltiples  aristas  que  se  puedan  considerar  para  su  análisis,  lo  que  me
                 interesa señalar es que hay una continuidad entre la autoestima y la inclusión de este texto, en tanto
                 se plantea a los alumnos que lo acontezca en sus vidas depende fundamentalmente de lo que hagan
                 con sí mismos, de las decisiones que toman, y que las posibilidades de éxito personal está al alcance

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