Page 473 - LIBRO DE ACTAS-II-JORINVEDUC-2016
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Sin embargo, al reconocer que no es suficiente tener el equipamiento necesario por un lado
               ni la información de la oferta educativa virtual por otro cuando podrían existir otros factores que de
               alguna  manera  estén  condicionando  un  proyecto  de  vida,  se  orientó  la  investigación  hacia  el
               conocimiento de esas condiciones.

               La opción por lo plural
                      Respecto  a  la  opción  por  el  plural  “juventudes”  Chaves  (2009:  p.15)  explica:  “debe  ser
               interpretada,  no  como  un  neologismo  banal,  sino  como  una  lucha  política  de  afirmación  de  la
               heterogeneidad en oposición al discurso homogeneizador que primó en los estudios previos sobre
               juventud en el país (…) invisibilizando la complejidad de sus vidas.”


               Corte demográfico: la adolescencia, la edad elegida
                           Varios  autores  y  publicaciones  (inclusive  los  Proyectos  de  Ley  de  Juventud  existentes)
               coinciden en la siguiente Clasificación basada en la medición del tiempo de vida a través del calendario
               occidental, la cual define como adolescentes a los jóvenes que tienen entre 15 y 19 años. Se producen
               así edades medidas en días, meses y años que a su vez serán agrupadas conformando etapas: niñez,
               juventud, adultez, ancianidad, etcétera. En la Argentina, tanto el Instituto Nacional de Estadísticas y
               Censos (INDEC) como la Dirección Nacional de Juventud (DINAJU) han decidido colocar los límites
               de la etapa joven entre 15 y 29 años. 237  Las mismas edades delimita el anteproyecto de Ley Provincial
               de Juventud (Provincia de Buenos Aires), mientras que el anteproyecto de Ley Nacional de Juventud
               presentado por la diputada Margarita Jarque específica 14 a 29 años. Dentro de la franja joven los
               estudios demográficos, los organismos de crédito y de políticas sociales, entre otros, suelen distinguir
               tres subgrupos: 15-19, 20-24 y 25-29. A los implicados en el primero se lo llama adolescentes, a los del
               segundo y tercero, jóvenes. Frecuentemente a los comprendidos en primera sección de la franja etaria
               siguiente,  de  30  a  34  años,  se  los  denomina  adultos  jóvenes,  pero  no  entran  en  la  delimitación
               demográfica y legislativa como juventud.” (Chaves, 2009: 16)


               Las condiciones de vida y las familias de los adolescentes
                      “Clima educativo” (Tenti Fanfani, 2005:3) es la nomenclatura que se consideró más acertada
               por  su  claridad  conceptual  -de  las  investigaciones  consultadas  mencionadas  (Bonvillani,  2001;
               Serveto, 1996) que en su enfoque contemplan pertinente incluir el grado de influencia que tiene en
               los jóvenes el nivel de formación alcanzado por sus progenitores o personas con las que conviven y
               crecen los jóvenes; lo que en esta investigación se consideró dentro de los “factores familiares”.


               Escuela Secundaria y futuro
                      Si  bien  esta  investigación  no  tiene  como  objeto  de  estudio  la  educación  secundaria  se
               consideran necesarias algunas reflexiones que la implican en cuanto que “si hablamos de juventud e
               instituciones, la escuela se nos aparece como un eje insoslayable de análisis, ya que ella contribuyó a
               configurar el estatuto de infancia y juventud con vigencia incluso en la actualidad” (Saintout, 2009:
               125).
                      En primer lugar, la “escuela secundaria como derecho de todos los adolescentes” y su cualidad
               de obligatoria (Jacinto; 2007: 4). En segundo lugar, el impacto de la “calidad” puesto que como afirma
               Tenti Fanfani (2005) “la desigualdad institucional de la escolarización en el nivel medio determina
               fuertemente la probabilidad de acceso y terminación de estudios en el nivel universitario.” Porque
               como explica Bonvillani (2011) existe un déficit de credenciales y competencias escolares.



               237  Por su parte el “Proyecto de Ley de la Juventud” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires/ septiembre 2006   473
               define la franja juvenil “incluyendo a todas las personas sin distinción de género, nacionales o extranjeras,
               residente en la ciudad, comprendidas entre los 15 y 29 años de edad.” (p. 4).
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