Page 41 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
en que una de nuestras naves aterriza de cuando en
cuando, o sea: en las Minas de Almadén, en el centro o
parte baja de una región peninsular cubierta de
espesos bosques...»
El Oficial Huntz, entre juramentos, seguía trasteando
en el interior de la nave. Sergio pasó varias hojas.
«...habíamos descendido en el punto previsto,
después de circunvalar la tierra. Habíamos podido
observar claramente las llamadas Columnas, esas
enormes estructuras que cubren muy concretamente el
centro del continente en cuya parte Sur íbamos a
aterrizar. Una vieja Leyenda dice que una de esas
columnas es la Columna Real, igual a las demás, pero
distinta. A su alrededor el aire es más suave, el agua
sabe a miel, y se halla la clave de todas las cosas. Pero
lo cierto es que la primera impresión de la Tierra no
pudo ser más triste. Nos hallábamos en una explanada
desértica, de rojas rocas quebradizas que destellaban
bajo la insorportable luz del sol, y en ella había tres
chozas miserables, hechas con estacas, ramaje, y
alguna piel corroída, sin duda alguna arrancada a un
animal. Tres salvajes semidesnudos, pintarrajeados
con listas blancas y azules, llenos de suciedad y heridas
recientes, esperaban junto a unas docenas de frascos
llenos de mercurio. Inútil es decir que estos frascos los
suministramos nosotros mismos, ya que su
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