Page 67 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
pasado. Cuando volvió a recuperar la conciencia, la
nave estaba inmóvil sobre el suelo, y un leve
resplandor movible pasaba a través de los cristales...
Estaba en la Tierra, sano y salvo.
Poco a poco, comenzó a sentir dolores. En las manos,
llenas de arañazos, que no sabía dónde se había hecho;
en un golpe en la cabeza, que también ignoraba cuándo
y dónde se había dado. Se la tocó, con precaución;
había una notable hinchazón sobre la oreja derecha.
También le dolía la cintura, en general se sentía como
si le hubieran dado una paliza o como si llevase horas
caminando. Trató de levantar la mano para soltar las
correas de seguridad y abrir la compuerta, pero no
pudo.
Permaneció así, inmóvil, durante varios minutos,
respirando profundamente, y sintiendo cómo poco a
poco se iban acallando los latidos de su corazón. La luz
variable que entraba por la pequeña ventana (se dio
cuenta de que eran los rayos de sol al atravesar la
cortina de hojas) caía sobre su muslo derecho,
produciéndole una agradable sensación de calidez, y
actuando sobre su mente de forma sedante. Apenas se
había dado cuenta de que se hallaba de lado, con la
cabeza más baja que los pies, y que la compuerta de
salida debía estar rozando el suelo...
Le pareció que los brazos le pesaban quintales y que
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