Page 94 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei Gabri e l Berm údez Casti llo
III
ENEMIGOS MUERTOS Y AMIGOS VIVOS
Durante las tres jornadas que siguieron, Sergio
caminó hacia el Norte en busca de la columna negra
que viera pasar en los últimos instantes de su descenso.
Tenía un mapa que situaba claramente, en el extenso
continente llamado Europa, una hilera de columnas,
desde el Norte, hasta el extremo Sur. Si bien no sabía
muy bien en qué parte de Europa había caído, tenía
ahora la certeza de no haberse equivocado en sus
cálculos para el aterrizaje; sí, en cambio, se había
equivocado en su capacidad para dormir... Si los
cálculos hubiesen estado equivocados no habría
descendido en Europa (el único continente en que se
alzaba la hilera de ciclópeas columnas) sino en Africa,
o en algún océano... Por tanto, era evidente que, en vez
de dormir cinco o seis horas, había dormido cerca de
veinte...
Las colinas herbáceas se extendían
ininterrumpidamente, una detrás de otra, rotas de
cuando en cuando por un macizo bosquecillo de
chopos, o por un roquedal abrupto que surgía de las
entrañas de la tierra, alzando al cielo sus aguzados
cuchillos de roca. En uno de ellos, encontró uno de
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