Page 96 - Viaje A Un Planeta Wu-Wei - Gabriel Bermudez Castillo
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Viaje a un plan eta Wu -Wei                               Gabri e l Berm údez Casti llo


            mochila  antigrav,  el  peso  de  las  provisiones  e

            instrumentos  no  sobrepasaba  los  dos  kilos;  y  el

            contacto con la empuñadura pulida del rifle le daba


            seguridad.


               A  mediodía,  el  terreno  comenzó  a  cambiar.  Las

            familiares  colinas  onduladas  cubiertas  de  hierba


            fueron siendo sustituidas, gradualmente, por espacios

            desérticos, llenos de rocas oscuras, y los suaves valles

            en  cuyo  fondo  circulaba  algún  manso  arroyo,  por


            gargantas  cada  vez  más  agrestes,  con  las  laderas

            cubiertas  de  pinos  y  encinas,  con  alguna  eventual

            cascada,  saltando  y  espumeando  en  la  parte  más


            profunda.  Las  montañas  estaban  mucho  más  cerca,

            pero se dio cuenta de que difícilmente las alcanzaría

            antes del día siguiente. Eran bastante más altas de lo


            que  parecieran,  al  verlas  desde  lejos,  y  comenzó  a

            temer sobre su capacidad para escalarlas.


               Descendía una de las gargantas rocosas, atravesando


            la fresca sombra de un bosquecillo de copudas encinas,

            cuando  oyó  un  ligero  rumor  a  uno  de  los  lados.  Se


            detuvo, inmediatamente, con el rifle preparado. Había

            unos espesos macizos de delgadas hojas lanceoladas,

            cubiertos de pequeñas flores rojas con motas negras de


            las  que  surgía  un  olor  a  podrido...y  dentro  de  este

            macizo, algo se movía lentamente, agitando las hojas.


               Un  momento  después  dejó  escapar  el  aire  de  los

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