Page 73 - El Crecimiento Sostenible en RD
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plo, al pan y al arroz), que no están adecuadamente        4.3.3 Fin de las zonas francas y                                          Desafíos de política tributaria CA P Í T U LO 4
focalizados, generan distorsiones en el mercado y                  racionalización de los incentivos
serán difíciles de revertir, con lo cual se vuelven un
problema crónico para las ?nanzas públicas4.               El ?n de la exención del impuesto a la renta a las em-
                                                           presas ubicadas en zonas francas, acordado con la
4.3.2 El “ingreso ?scal disponible”                        Organización Mundial de Comercio (OMC) para el 2015,
                                                           introduce un problema serio de competitividad. Pese
El pago de los intereses de la deuda pública alcanzó       a que aparentemente el país cuenta con tiempo para
4,1% del PIB en 2006, tres veces el valor de 2002, el      pensar en una solución, debe tenerse presente que el
año previo a la crisis bancaria y cambiaria. Por su par-   sector textil y calzado representa casi la mitad de las
te, los subsidios al sector eléctrico y al gas licuado de  exportaciones desde zonas francas y su pérdida de
petróleo (GLP) totalizaron 2,4% del PIB (2% y 0,4%,        competitividad ya se ha hecho efectiva al expirar el
respectivamente). Por tanto, la República Dominicana       Acuerdo Multi?bras5. Adicionalmente, el “fenómeno Chi-
utilizó casi 6,5 puntos del PIB, más del 40% de sus in-    na” cuestiona la posibilidad de que se pueda mantener
gresos tributarios (15% del PIB en 2006), para asumir      la competitividad en sectores intensivos en mano de
el pago de intereses y los subsidios energéticos. Si a     obra no cali?cada. Por tanto, gran parte del problema
estos gastos se suma el gasto en servicios persona-        de pérdida de competitividad de las zonas francas no
les (salarios de los funcionarios públicos), que repre-    llegará en 2015: ya ha llegado. Una discusión de alterna-
sentaron un 3,7% del PIB en 2006, el total de gastos       tivas posibles para empezar a cumplir con la OMC —con
“comprometidos” fue de 10,2% del PIB, casi el 70%          la restricción de no perder recaudación—, se presenta
de los ingresos tributarios. Una vez deducidos estos       en el punto 3 de la tercera sección del presente capítulo.
gastos, al Estado dominicano le quedaron menos de 5
puntos del PIB para ?nanciar el resto del gasto públi-     No obstante, el problema de los incentivos ?scales en
co (educación, salud, infraestructura, etc).               la República Dominicana excede largamente al caso
                                                           de las zonas francas. En efecto, los bene?cios ?scales
Este estrecho “ingreso ?scal disponible” es fuente         en la República Dominicana podrían cali?carse como
de tensión para la política ?scal pues no resulta su-      (i) ?scalmente onerosos, (ii) “generosos”, (iii) bajo el
?ciente para ?nanciar simultáneamente el necesario         control de los ministerios sectoriales, (iv) en ascenso,
aumento del gasto público social (6,9% del PIB en          y (v) de difícil justi?cación, al menos en algunos casos.
2006, aún varios puntos porcentuales por debajo del
promedio de América Latina) y la postergada recupe-          i. Fiscalmente onerosos porque implican un gasto
ración de la inversión pública, cuyo nivel actual está          tributario6 signi?cativo: zonas francas 0,79% del
por debajo de sus niveles históricos. En 2008, dado             PIB; turismo 0,06%; zonas de desarrollo fronteri-
que el costo de los subsidios a la electricidad y al GLP        zo 0,01%; bene?cios en el impuesto a la renta en
fue de alrededor de 4% del PIB, el margen de manio-             otros sectores 0,33%; y exoneraciones subjetivas
bra fue menor.                                                  en importaciones 0,11%7. Adicionalmente, la buro-

4 No se cuenta con una estimación del costo de estos subsidios. Sin embargo, en el presupuesto “complementario”, las transfe-
  rencias al sector privado (distintas de subsidios a la electricidad y al GLP) se incrementaron en casi 0,15% del PIB.

5 Más de un 60% de las exportaciones de la República Dominicana hacia Estados Unidos se han efectuado en el marco de
  acuerdos preferenciales.

6 El concepto de ‘gasto tributario’ fue utilizado por primera vez por Stanley Surrey (1973), entonces Secretario Asistente para
  Política Fiscal del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Surrey señaló que las deducciones y otros bene?cios conce-
  didos en el impuesto a la renta no eran parte de la estructura del impuesto sino que eran, en rigor, gasto público a través del
  sistema tributario, en vez de gasto presupuestario. Por eso los llamó ‘gastos tributarios’ (tax expenditure). El gasto tributario
  no es estrictamente equivalente a la renuncia de recaudación pues, por ejemplo, no es esperable que el comportamiento de
  las empresas establecidas en las zonas francas de la República Dominicana se mantenga inalterado si fuesen gravadas.

7 No se incluye en esta enumeración el gasto tributario del ITBIS (5,15% del PIB según Artana) pues no responde a incentivos
  ?scales sino a ?nes redistributivos. La exoneración del ITBIS a la salud, por ejemplo, no es un incentivo a que la gente se en-
  ferme. Cabe señalar que todas las estimaciones citadas en este apartado corresponden a Artana (2007). Véase el Cuadro 4.5.

                                                           PARTE 2 ? Finanzas públicas y sostenibilidad                              63
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