Page 139 - La muerte de Artemio Cruz
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qué  sirven...  cómo  se  usan...  estas  cosas...  ni  eso...  mientras  yo  lo  tuve  todo...  ¿me
                  oyen?... todo... lo que se compra y... todo lo que no se compra... tuve a Regina... ¿me
                  oyen?...  amé  a  Regina...  se  llamaba  Regina...  y  me  amó...  me  amó  sin  dinero...  me
                  siguió... me dio la vida... allá abajo...  Regina, Regina... cómo te amo...  cómo te amo
                  hoy... sin necesidad de tenerte cerca... cómo me llenas el pecho de esta satisfacción...
                  cálida...  cómo...  me  inundas...  de  tu  viejo  perfume...  olvidado,  Regina...  te  recordé...
                  ¿viste? ve bien... antes te recordé... pude recordarte... tal como eres... como me quieres...
                  como te amé en el mundo... que nadie nos puede arrebatar... Regina, a ti y a mí... que
                  traigo  y  conservo...  protegiéndolo  con  las  dos  manos...  como...  si  fuera  un  fuego...
                  pequeño y vivo... que tú me regalaste... tú me diste... tú me diste... yo habré quitado...
                  pero a ti te di... ay, ojos negros; ay, carne oscura y olorosa, ay labios negros, ay amor
                  oscuro que no puedo tocar, nombrar, repetir: ay tus manos, Regina... tus manos sobre mi
                  cuello y... el olvido de tus encuentros... el olvido... de todo lo que existió... fuera de ti y
                  de  mí...  ay  Regina...  sin  pensar...  sin  hablar...  siendo  en  los  muslos  oscuros...  de  la
                  abundancia sin tiempo... ay mi orgullo irrepetible... el orgullo de haberte amado... el reto
                  sin respuesta... ¿qué puede decirnos el mundo... Regina... qué pudo añadir a eso... qué
                  razón pudo hablarle... a la locura... de querernos?... ¿qué?... paloma, clavel, convólvulo,
                  espuma, trébol, clave, arca, estrella, fantasma, carne: ¿cómo te nombraré... amor.. cómo
                  te  acercaré...  nuevamente...  a  mi  aliento...  cómo  te  suplicaré...  la  entrega...  cómo  te
                  acariciaré... las mejillas... cómo te besaré... los lóbulos... cómo te respiraré... entre las
                  piernas...  cómo  diré...  tus  ojos...  cómo  tocaré...  tu  sabor...  cómo  abandonaré...  la
                  soledad... de mí mismo... para perderme en... la soledad... de los dos... cómo repetiré...
                  que  te  quiero...  cómo  desterraré...  tu  recuerdo  para  esperar  tu  regreso?...  Regina
                  Regina... esa punzada vuelve, Regina, estoy despertando... de ese medio sueño al que
                  me  indujo  el  calmante...  estoy  despertando...  con  el  dolor...  en  el  centro...  de  mis
                  entrañas, Regina, dame la mano, no me abandones, no quiero despertar sin encontrarte a
                  mi lado, mi amor, Laura, mi mujer adorada, mi recuerdo salvador, mi falda de percal,
                  Regina, me duele, mi ternura irrepetible, mi naricilla respingada, me duele, Regina, me
                  doy cuenta de que me duele: Regina, ven para que sobreviva otra vez; Regina, cambia
                  otra  vez  tu  vida  por  la  mía;  Regina,  muérete  de  nuevo  para  que  yo  viva;  Regina.
                  Soldado.  Regina.  Abrácenme.  Lorenzo.  Lilia.  Laura.  Catalina.  Abrácenme.  No.  Qué
                  hielo  en  las  sienes...  Cerebro,  no  te  mueras...  razón...  quiero  encontrarla...  quiero...
                  quiero...  tierra...  país...  te  amé...  quise  regresar...  razón  de  la  sinrazón...  contemplar
                  desde un lugar muy alto la vida vivida  y no ver nada...  y si no veo nada... para qué
                  morir... por qué morir... por qué morir sufriendo... por qué no seguir viviendo... la vida
                  muerta...  por  qué  pasar....  de  la  nada  viva  a  la  nada  muerta...  se  agota...  se  agota
                  jadeante... el ladrido de la sirena... jauría... se detiene la ambulancia... cansado... más
                  cansado no... tierra... entra otra luz a mis ojos... otra voz...
                      —Opera el doctor Sabines.
                      ¿Razón? ¿Razón?
                      La  camilla  corre  sobre  los  rieles,  fuera  de  la  ambulancia.  ¿Razón? ¿Quién  vive?
                  ¿Quién vive?
                      TÚ  no  podrás  estar  más  cansado;  más  cansado  no;  y  es  que  habrás  caminado
                  mucho, a caballo, a pie, en los viejos trenes y el país que no termina nunca. ¿Recordarás
                  el país? Lo recordarás y no es uno; son mil países con un solo nombre. Eso lo sabrás.
                  Traerás  los  desiertos  rojos,  las  estepas  de  tuna  y  maguey,  el  mundo  del  nopal,  el
                  cinturón de lava y cráteres helados, las murallas de cúpulas doradas y troneras de piedra,
                  las ciudades de cal y canto, las ciudades de tezontle, los pueblos de adobe, las aldeas de
                  carrizo, los senderos de lodo negro, los caminos de la sequía, los labios del mar, las

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