Page 163 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
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               Enrique IV                             donde los libros son gratis

               FALSTAFF.- Basta, Pistola; no quiero que estalléis aquí. Descargaos
               fuera de nuestra compañía, Pistola.
               POSADERA.- No, mi buen capitán Pistola; aquí no, mi querido
               capitán.
               DOROTEA.- Capitán! Abominable y maldecido estafador, no tienes
               vergüenza de oírte llamar: capitán? Si los capitanes fueran de mi
               opinión, te apalearían por engalanarte con ese título antes de ganarlo.
               Tú capitán, villano! Y porqué? Por haber maltratado una pobre p... en
               un burdel? Capitán, él! Que te ahorquen, canalla! Un hombre que vivo
               de ciruelas podridas y de galleta seca. Un capitán! Estos bellacos
               concluirán por hacer la palabra capitán tan odiosa como la palabra
               poseer,  que era una excelente y buena palabra antes de ser mal
               empleada. Los capitanes deberían prestar atención a esto.
               BARDOLFO.- Vamos, desciende, te lo ruego, buen porta.
               FALSTAFF.- Escucha, Dorotea.
               PISTOLA.- Que no me voy! Te lo declaro, caporal Bardolfo; la voy a
               hacer pedazos, me voy a vengar sobre ella!
               PAJE.- Te lo ruego, vete.
               PISTOLA.- Primero quiero verla condenada, en el maldito lago de
               Plutón, en el abismo infernal, en brazos del Erebo y en las más viles
               torturas. Retirad líneas y anzuelos, digo! Fuera? Fuera, perros! Fuera,
               traidores! No tenemos a Irene aquí?
               POSADERA.- Buen capitán Pistola, tranquilizaos; es ya muy tarde; os
               lo ruego, agravad vuestra cólera.
               PISTOLA.- Vaya una broma! Acaso las bestias de carga, rocines de
               Asia hartos y huecos, incapaces de andar treinta millas al día, pueden
               compararse con los Césares y los Caníbales y los Griegos Troyanos?
               No, antes sean condenados con  el rey Cerbero y que ruja el cielo.
               Vamos a rompernos el alma por tales nimierías?
               POSADERA.- Por mi alma, capitán, son esas palabras muy amargas!
               BARDOLFO.- Vamos, partid, buen porta; aquí va a haber barullo.



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