Page 197 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 197
www.elaleph.com
Enrique IV donde los libros son gratis
COLEVILLE.- Sí, milord.
PRÍNCIPE JUAN.- Eres un famoso rebelde, Coleville.
FALSTAFF.- Y un famoso súbdito leal le tomó.
COLEVILLE.- No soy, milord, sino lo que son mis superiores, que me
condujeron aquí. Si se hubieran dejado guiar por mí, os habría costado
más caro vencerlos.
FALSTAFF.- No sé cuanto habría costado; pero tú, como un buen
muchacho, te entregaste gratis y te lo agradezco.
(Vuelve Westmoreland)
PRÍNCIPE JUAN.- Y bien, habéis suspendido la persecución?
WESTMORELAND.- Las tropas se retiran y la matanza ha cesado.
PRÍNCIPE ENRIQUE.- Enviad a Coleville, con sus confederados, a
York, para ser ejecutado en el acto; Blunt, conducidlos allí y
custodiadlos seguramente.
(Salen algunos con Coleville)
Y ahora, señores, apresurémonos a partir para la Corte. Me
anuncian que mi padre está gravemente enfermo. Nuestras noticias
llegarán antes que nosotros a Su Majestad y vos las llevaréis, primo,
para reconfortarlo y nosotros os seguiremos con sobria rapidez.
FALSTAFF.- Os ruego, milord, que me permitáis pasar por el
Glocestershire; cuando lleguéis a la Corte, os suplico, deis buenos
informes de mí.
PRÍNCIPE JUAN.- Adiós, Falstaff; en mi calidad, hablará de vos
mejor que lo que merecéis. (Sale)
FALSTAFF.- Desearía tan solo que tuvieras un poco de espíritu; eso
te valdría más que tu ducado. A fe mía que este muchacho de sangre
helada no me quiere; ningún hombre puede hacerle reír, pero eso no
es raro, porque no bebe vino. Nunca estos jóvenes reservados llegan a
ser algo de provecho porque la exigua bebida y las numerosas comidas
de pescado, les enfría tanto la sangre, que caen en una especie de
anemia masculina, luego cuando se casan, engendran rameras; por lo
general son estúpidos y cobardes, como lo seríamos muchos de
197
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar

