Page 201 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 201

www.elaleph.com
               Enrique IV                             donde los libros son gratis

               un idioma, es necesario haber aprendido las palabras más inmodestas.
               Una vez que esto se ha conseguido, Vuestra Alteza sabe que no se las
               emplea ya y que sólo se las conoce para evitarlas. Así, como a esos
               términos groseros, el príncipe, ilustrado por el tiempo, rechazará a sus
               compañeros, cuyo recuerdo, como un patrón, como una medida viva,
               servirá a Su Gracia para estimar la conducta de los otros,
               aprovechando así los errores pasados.
               REY ENRIQUE.- Raro es que la abeja abandone el panal que ha
               dejado en la carroña... Quién viene? Westmoreland?
                   (Entra Westmoreland)
               WESTMORELAND.- Salud a mi Soberano! Que nuevas dichas se
               añadan para él a las que vengo a anunciar! El príncipe Juan, vuestro
               hijo, besa la mano de Vuestra Gracia. Mowbray, el Obispo Scroop,
               Hastings y todos, cayeron bajo el rigor de vuestra ley. No hay ya una
               sola espada rebelde desenvainada y la paz extiende por doquiera su
               ramo de olivo. Cómo se obtuvo este triunfo, más despacio podrá
               Vuestra Alteza leerlo en este relato completo y detallado.
               REY ENRIQUE.- O Westmoreland! Eres el pájaro primaveral que
               siempre, sobre el anca del invierno, canta el amanecer! Mira, aquí
               tenemos más noticias.
                      (Entra Harcourt)
               HARCOURT.- El cielo preserve de enemigos a Vuestra Majestad! Y,
               cuando contra vos se levanten, puedan caer como aquellos de quienes
               vengo a hablaros! El Conde de Northumberland y lord Bardolph, al
               frente de una numerosa fuerza de ingleses y escoceses, han sido
               batidos por el Sheriff del Yorhshire. Los detalles y circunstancias de la
               lucha, están contenidos ampliamente en estos despachos.
               REY ENRIQUE.- Porqué esas buenas noticias me causan este mal?
               Jamás vendrá la Fortuna con sus dos manos llenas y escribirá siempre
               sus más bellas palabras en sombríos caracteres? Ora da el apetito y no
               el alimento, como al pobre en plena salud; ora da un festín y retira el
               apetito, como al rico, que tiene la abundancia y no la goza. Quisiera

                                          201
                          Este documento ha sido descargado de
                                  http://www.educ.ar
   196   197   198   199   200   201   202   203   204   205   206