Page 202 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 202

www.elaleph.com
               William Shakespeare                    donde los libros son gratis

               regocijarme ahora de esas nuevas felices y mi vista se turba, la cabeza
               me gira. A mí! aproximaos, me siento muy mal.
                   (Se desvanece)
               HUMPHREY.- Ánimo, Majestad!
               CLARENCE.- O mi real padre!
               WESTMORELAND.- Mi soberano señor, volved en vos, abrid los
               ojos!
               WARWICK.- Paciencia, príncipes; ya sabéis que estos ataques son
               ordinarios en Su Alteza. Apartaos de él, dadle aire; pronto volverá en
               sí.
               CLARENCE.- No, no; no puede soportar por mucho tiempo esas
               congojas. La incesante inquietud y trabajo de su espíritu, han roto el
               muro que le contiene y la vida sale a través y se le escapa.
               HUMPHREY.- El pueblo me alarma, porque ha observado criaturas
               sin padres, monstruosos partos de la naturaleza. Las estaciones han
               cambiado de carácter, como si el año, encontrando algunos meses
               dormidos, los hubiera pasado de un salto.
               CLARENCE.- El río ha tenido tres mareas, sin reflujo intermediario;
               la gente vieja, vetusta crónica del pasado, dice que lo mismo sucedió
               poco tiempo antes que nuestro bisabuelo Eduardo, cayera enfermo y
               muriera.
               WARWICK.- Hablad bajo, príncipe, porque el rey vuelve en sí.
               HUMPHREY.- Esta apoplejía concluirá seguramente con él.
               REY ENRIQUE.- Os ruego, sostenedme y llevadme a otra pieza;
               despacio, os suplico.
                   (Transportan al Rey a una alcoba, en el fondo de la escena y le
               colocan sobre un lecho)
                   Que no se haga ruido, mis buenos amigos; quisiera que una
               mano dulce y cariñosa susurre un poco de música a mi fatigado
               espíritu.
               WARWICK.- Haced venir los músicos al cuarto contiguo.
               REY ENRIQUE.- Poned la corona aquí, sobre la almohada.

                                          202
                          Este documento ha sido descargado de
                                  http://www.educ.ar
   197   198   199   200   201   202   203   204   205   206   207