Page 32 - 14 ENRIQUE IV--WILLIAM SHAKESPEARE
P. 32

www.elaleph.com
               William Shakespeare                    donde los libros son gratis

               POINS.- Serás capaz, chuleta?
               FALSTAFF.- Copas, Hal?
               ENRIQUE.- Yo ladrón? Yo salteador? No, por mi fe.
               FALSTAFF.- No hay en ti un átomo de honestidad, energía y
               compañerismo, ni tienes una gota de sangre real en las venas, si por
               diez chelines no emprendes campaña.
               ENRIQUE.- En fin, por una vez en la vida, hará esa locura.
               FALSTAFF.- Eso es hablar!
               ENRIQUE.- Sí, suceda lo que suceda, me quedo, en casa.
               FALSTAFF.- Vive Dios que, cuando seas rey, me sublevo!
               ENRIQUE.- Para lo que me importa!
               POINS.- Te ruego, Sir John, que nos dejes solos un momento al
               príncipe y a mí; voy a hacerle tales argumentos, que estoy seguro que
               irá.
               FALSTAFF.- Bien; puedas tu tener el espíritu de persuasión y él el
               oído que aprovecha que lo que le hables le convenza y lo que oiga lo
               crea, hasta convertir, por pasatiempo, a un príncipe en bandolero, ya
               que los pobres abusos de nuestra época necesitan protección! Hasta
               luego; nos veremos en Eastcheap.
               ENRIQUE.- Adiós, primavera desvanecida! Adiós, veranillo de San
               Juan! (Sale Falstaff)
               POINS.- Ahora, mi caro y dulce príncipe, venios con nosotros
               mañana. Tengo preparada una broma, que no puedo llevar a cabo
               solo. Falstaff, Bardolph, Peto y Gadshill, desvalijarán a la gente que
               tenemos vigilada; ni vos ni yo estaremos allí, y si cuando ellos tengan
               la presa, no se las robamos a nuestro turno, separadme la cabeza del
               tronco.
               ENRIQUE.- Pero cómo nos separamos de ellos en el camino?
               POINS.- Muy sencillamente; nos ponemos en marcha antes o después
               que ellos y les damos un lugar de cita, a la que faltamos si nos place;
               querrán entonces dar el golpe solos y nosotros, apenas hayan
               concluido, les caemos encima.

                                           32
                          Este documento ha sido descargado de
                                  http://www.educ.ar
   27   28   29   30   31   32   33   34   35   36   37