Page 80 - A orillas del río Piedra me senté y lloré
P. 80
Yo estaba sorprendida de lo que acababa de decir. Pero si uno acepta
que sabe, termina sabiendo de verdad.
— No pienses que soy difícil —dije—. Ya he tenido muchos hombres. Ya
he hecho el amor con personas a las que en realidad no conocía.
— Yo también —respondió él.
Trataba de actuar con naturalidad, pero por la manera en que me tocaba
la cabeza vi que no le había resultado fácil oír mis palabras.
— Sin embargo, desde hoy por la mañana he recuperado misteriosa-
mente la virginidad. No trates de entender, porque sólo quien es mujer sabe lo
que digo. Estoy descubriendo de nuevo el amor. Y eso lleva tiempo.
Él me soltó los cabellos y me tocó el rostro. Yo le besé levemente en los
labios y volví a mi cama.
No lograba entender por qué actuaba de esa manera. No sabía si lo
hacía para atarlo aún más o para dejarlo en libertad.
Pero el día había sido largo. Estaba demasiado cansada para pensar.

