Page 91 - Los Humanoides - Jack Willianson
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brillantes proyectiles rodomagnéticos hacia ʺAla 4ªʺ.
Ahora comprendía el odio fanático que experimentaba
White y que vibraba en su voz y en sus ojos azules.
Overstreet, el clarividente, había predicho la llegada de
los humanoides, contribuyendo así a salvar al Proyecto
Rayo.
¿Pero quién podía ayudarlo? Urgentes preguntas
torturaron su cerebro, pero no llegó a formularlas por
temor a decir algo inconveniente o peligroso.
—Voy a dar un paseo —anunció, mirando al
muñeco oscuro y mudo que aguardaba a su lado.
—Estamos para servirlo, señor.
—No necesito ningún servicio.
—¡Oh, pero debemos acompañarlo
constantemente, señor! Nuestra única misión consiste
en servirlo y evitarle todo daño.
Claypool se dirigió hacia la puerta del edificio
luchando contra el dolor cada vez más agudo de su
estómago. —Parece estar molesto, señor —exclamó la
atenta máquina—. ¿Tal vez se siente mal?
—¡No! —gritó aterrado el astrónomo—. Me siento
algo fatigado. Necesito descansar. Eso es todo. —
Perfectamente. Sígame, que lo llevaré a su habitación.
A través de un invisible panel pasaron a otro recinto,
cuyas paredes estaban cubiertas de brillantes murales.
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