Page 93 - Los Humanoides - Jack Willianson
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—¿Y mis... ayudantes? —Claypool pensó en los
seis brillantes jóvenes que compartieron con él los
secretos del Proyecto Rayo.
—Se sintieron tan desdichados al verse forzados a
abandonar su trabajo que tuvimos que darles
euforidina. Ahora son felices.
—Comprendo —murmuró Claypool
oscuramente—. Quiere decir que todos mis antiguos
colaboradores han partido.
—Todos menos uno. El señor Ironsmith dijo que
aquí era feliz y no consideramos necesario trasladarlo
a otro sitio.
—El joven Ironsmith, ¿eh? —el astrónomo
entrecerró los ojos. Aquél no era el aliado ideal, pero
por lo menos se trataba de un ser humano—. Me
gustaría hablar con él.
Sorpresivamente su pedido no despertó ninguna
oposición.
—A sus órdenes, señor...
La puerta de la habitación de Ironsmith seguía
abriéndose con su viejo picaporte de bronce. Claypool
lo miró con odio El interior de la pieza continuaba
siendo la viva imagen del desorden, pero esta vez el
astrónomo no se sintió molesto: era desorden humano.
Libros, papeles, una regla de cálculos sobre la mesa.
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