Page 115 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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Carter Benson. Ni siquiera aunque Carter le pagara la be‐
bida, como sin duda haría si Luke lo permitía. Esa noche
quería emborracharse solo para sentirse triste por lo que le
iba a ocurrir al día siguiente.
Saludó a Carter con la cabeza y dijo:
–El dragón azul con los ojos de fuego vino resoplando por
el bosque de hayas.
Carter podía ver como sus labios se movían, pero no po‐
día oír nada en medio de todo aquel estruendo; de modo
que no tenía importancia lo que dijera. Volvió a saludar con
la cabeza antes de volverse de nuevo hacia su vaso y cerrar
los ojos. Carter no era ningún estúpido; comprendería lo
que deseaba y se marcharía.
Tuvo tiempo de tomar otro trago y suspirar una vez más,
empezando a sentir lástima de sí mismo. Y de nuevo la
mano volvió a apoyarse en su hombro. Maldito Carter, ¿es
que no era capaz de entender nada?
Abrió los ojos. Su visión estaba obstruida por algo que
estaba delante de ellos. Algo rosado, de modo que no era
un marciano. Lo que fuera estaba demasiado cerca de sus
ojos y le hacía bizquear. Tuvo que echar la cabeza atrás
para verlo mejor.
Era un cheque. Un cheque de aspecto muy familiar, aun‐
que hacía mucho que no veía uno como aquel. Un cheque
de Ediciones Bernstein Inc., su propio editor, así como el
de Carter Benson. Cuatrocientos dieciséis dólares y algu‐
nos centavos. ¿Para qué se lo enseñaría Carter? Sin duda
para demostrarle que aún ganaba dinero escribiendo y que
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