Page 116 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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quería que le ayudasen a celebrarlo. ¡Que se fuera al diablo!
Luke volvió a cerrar los ojos.
Un nuevo y más urgente golpe sobre su hombro y tuvo
que volver a abrirlos. El cheque aún seguía delante de sus
ojos. Y esta vez vio que estaba extendido a nombre de Luke
Deveraux, y no a favor de Carter Benson.
¿Cómo era posible? Era él quien debía dinero a Bernstein
por todos aquellos anticipos, y no al revés. De todos mo‐
dos, extendió una mano que de repente empezó a temblar
y cogió el cheque, manteniéndolo a la distancia adecuada
de sus ojos para examinarlo cuidadosamente. Parecía real,
desde luego.
Se sobresaltó y dejó caer el cheque cuando un marciano,
que corría y se deslizaba por encima del mostrador como
si fuera una pista de hielo, patinó de repente a través de su
mano y del cheque. Pero Luke lo volvió a coger sin siquiera
sentirse molesto y se volvió hacia Carter, quien seguía son‐
riente.
–¿Qué es lo que pasa? –preguntó, deletreando esta vez
exageradamente, a fin de que Carter pudiera leer en sus la‐
bios.
Carter señaló hacia la puerta y levantó dos dedos mien‐
tras decía:
–¿Quieres salir a la calle?
No era una invitación a la pelea, como habría significado
en tiempos más felices una frase semejante pronunciada en
un bar. Ahora tenía un nuevo significado debido al ensor‐
decedor ruido que imperaba en los bares. Si dos personas
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