Page 219 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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a un garaje, donde le dijeron que no podría estar listo hasta
el día siguiente. Pasó una tarde aburrida y una mala noche
(le parecía muy extraño y desolador tener que volver a dor‐
mir solo) en un hotel de Riverside.
La mañana siguiente la invirtió en hacer varias compras
y en llevar sus compras al garaje para cargarlas en el coche
mientras un mecánico reparaba la avería. Había comprado
una máquina de escribir de segunda mano, y papel. (Estaba
escogiendo la máquina cuando a las diez de la mañana,
hora del Pacífico, la radio emitió el discurso de Yato Ishurti,
y todo quedó suspendido mientras el propietario de la
tienda abría una radio y todos los que se encontraban en el
establecimiento se reunían alrededor de ella. Sabiendo que
la premisa fundamental de Ishurti –que los marcianos real‐
mente existían– era completamente equivocada, Luke se
sintió un poco irritado ante la pérdida de tiempo, pero se
había divertido bastante con los ridículos argumentos de
Ishurti.)
Compró una maleta y varias prendas de vestir, una má‐
quina de afeitar, jabón y peine y bastante comida y licor
para que no le hiciera falta hacer otro viaje a Indio por lo
menos durante unos cuantos días. Esperaba poder realizar
su propósito dentro de un tiempo prudencial.
Le entregaron su coche –con una factura por la reparación
que era casi la mitad del coste original– a media tarde y
llegó a su destino poco después de anochecer. Estaba de‐
masiado cansado para hacer nada aquella noche, y de to‐
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