Page 220 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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dos modos había pensado que le faltaba algo. Solo, no ten‐


          dría ningún medio de saber si había alcanzado el éxito o


          no.


            A la mañana siguiente volvió a Indio y se compró un apa‐



          rato de radio que podía captar los programas de todo el


          país, y en el cual podría escuchar las noticias de una u otra


          parte casi a cualquier hora del día o de la noche. Cualquier


          programa de noticias le diría lo que quería saber.


            La única dificultad consistía en que durante dos semanas,


          hasta aquella noche, los noticiarios habían insistido en que


          todavía había marcianos en la Tierra. No es que los progra‐


          mas empezasen con las palabras: «Los marcianos aún están


          entre nosotros», pero casi todas las noticias se referían a



          ellos, por lo menos indirectamente, o hablaban de la depre‐


          sión y los otros problemas que causaban.


            Luke intentaba todo lo que se le ocurría, y casi se estaba


          volviendo loco en el intento. Sabía que los marcianos eran


          imaginarios, el producto de su propia imaginación (como


          todo  lo  demás)  que  los  había  inventado  aquella  noche,


          cinco meses atrás, en que intentaba forjar un argumento



          para una novela de ciencia ficción. Él los había inventado.


          No obstante, también inventó cientos de otros argumentos


          y ninguno de ellos se convirtió en realidad (o pareció con‐


          vertirse en realidad), de manera que aquella noche ocurrió


          algo distinto, y ahora Luke hacía todo lo posible para re‐


          construir  las  mismas  circunstancias,  el  mismo  estado  de


          ánimo, todo exactamente igual.








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