Page 67 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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–Bueno,  podrían  ir  peor.  ¿Cómo  te  tratan  los  verdes,


            Luke?


               –Me imagino que como a todos. Oye, estoy buscando tra‐


            bajo. ¿Qué posibilidades hay de entrar en el News?



               –Ninguna. Tenemos un montón de gente esperando para


            cualquier tipo de trabajo en el periódico; muchos con expe‐


            riencia de periodistas. Nunca has trabajado en un perió‐


            dico, ¿verdad?


               –Los vendía por la calle cuando era pequeño.


               –Hoy ni siquiera encontrarías trabajo para eso, amigo. Lo


            siento, ni la más remota esperanza de nada, Luke. Las cosas


            están tan mal que todos hemos aceptado rebajas de sueldo.


            Y con tantos talentos que intentan entrar, me temo que yo



            también voy a perder el puesto.


               –¿Rebajas de sueldo? Creía que sin la competencia de la


            radio los periódicos prosperarían.


               –La circulación ha aumentado. Pero los ingresos de un


            periódico dependen de los anuncios, y eso ha pegado un


            bajón. Con tanta gente sin empleo y sin gastar, todas las


            tiendas de la ciudad han cortado sus presupuestos de pu‐



            blicidad. Lo siento, Luke.


               Luke no se molestó en llamar al otro periódico.


               Salió a la calle y caminó hacia la avenida Pine, en direc‐


            ción al distrito comercial. Las calles estaban llenas de gente


            y de marcianos. Los viandantes, en general, parecían silen‐


            ciosos y sombríos, pero las estridentes voces de los marcia‐


            nos compensaban aquello.








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