Page 79 - Marciano Vete A Casa - Fredric Brown
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–¿Está seguro de que no quiere nada más?
Luke sonrió.
–Sí, un empleo.
El camarero se apoyaba con ambas manos sobre el mos‐
trador. De repente se enderezó.
–Oiga, tengo una idea, hermano ¿Quiere un empleo por
medio día? ¿Desde ahora hasta las cinco?
Luke se le quedó mirando.
–¿Habla en serio? Claro que lo quiero. Mucho mejor que
perder la tarde buscando.
–Entonces ya lo ha encontrado.
El joven dio la vuelta al mostrador, quitándose el delantal
mientras lo hacía.
–Cuelgue ahí su chaqueta y póngase esto.
Tiró el delantal encima del mostrador.
–De acuerdo –dijo Luke, sin coger todavía el delantal–.
¿Qué es lo que pasa?
–Que me marcho al campo, eso es lo que pasa.
Luego, ante la sorprendida expresión en el rostro de
Luke, sonrió.
–Bien, voy a explicárselo. Pero primero déjeme que me
presente. Me llamo Rance Carter.
Y le ofreció la mano. Luke la estrechó y dijo:
–Luke Deveraux.
Rance se sentó en un taburete, frente a Luke.
–No bromeaba cuando dije que soy un campesino, –ex‐
plicó–; al menos lo era hasta hace dos años, cuando vine a
California. Mis padres tienen una pequeña granja cerca de
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