Page 972 - La Estacion De La Calle Perdido - China Mieville
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Derkhan recordaba sus propias palabras como si
nunca hubiesen sido reales.
Este hombre se está muriendo, había dicho. El ruido
de la monja se había acallado y luego había asentido.
¿Puede caminar?, había preguntado.
Con lentitud, había dicho la monja.
¿Está loco?, había preguntado Derkhan. No lo
estaba.
Me lo llevo conmigo, había dicho. Lo necesito.
La monja había empezado a mostrar su enfado y su
perplejidad, y las cuidadosamente sofocadas
emociones de Derkhan se habían liberado por un
momento, y su rostro se había inundado de lágrimas
con asombrosa rapidez y se había sentido como si
pudiese aullar de miseria, así que había cerrado los ojos
y había siseado con un dolor animal, sin palabras, hasta
que la monja volvió a guardar silencio. Derkhan había
vuelto a mirarla y había contenido sus propias
lágrimas.
Había sacado el arma del interior de su capa y había
apuntado con ella al vientre de la monja. Esta había
bajado la mirada y había chillado de sorpresa y miedo.
Mientras la monja seguía con la incrédula mirada
puesta en el arma, Derkhan había sacado con la mano
izquierda la bolsa de dinero, lo poco que quedaba del
dinero de Isaac y Yagharek. La había sostenido en alto
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