Page 187 - Un Mundo Fuera Del Tiempo - Larry Niven
P. 187

Larry Niven                                                        Un mundo fuera del tiempo


                  Ella escondió el plato detrás de la cabecera. Un


               minuto después lo sacó nuevamente lleno, con



               una fruta y una tajada de carne asada, caliente y


               fresca, y una raíz amarilla hervida que sabía a


               una mezcla de calabaza y zanahoria. Al tragarse


               el  primer  plato,  ni  siquiera  había  visto  lo  que


               estaba  comiendo.  En  esa segunda oportunidad


               tuvo  tiempo  de  preguntarse  dónde  lo  habría


               cocinado. Y pudo suponer que había empleado



               la «cabina telefónica» para llegar a su cocina.


                  El colagato saltó desde los hombros de la vieja


               hasta  la  cama.  Corbell  quedó  petrificado.  El


               animal avanzó reptando por el lecho y se acercó


               a  olfatear  la  carne.  Mirelly‐Lyra  le  asestó  un


               golpecito  en  el  lomo, haciéndole  desistir.  Optó


               por  trepar  al  pecho  de  Corbell;  retrocedió  y  le


               miró a los ojos.


                  Corbell le rascó la parte posterior de las orejas.



               El animal, con los ojos entrecerrados, ronroneó


               con  placer;  el  vientre  estaba  cubierto  de  cuero


               áspero, como el de las serpientes, pero el pelaje


               era  tan  suave  y  espeso  como  lo  sugería  su


               aspecto.


                  Corbell  acabó  con  su  segundo  plato,  dando


               algunos  trocitos  de  carne  al  colagato.  Después



               dormitó,  preguntándose  si  Mirelly‐Lyra  iba  a


               despertarle  de  una  sacudida.  Pero  ella  no  lo

                                                            186
   182   183   184   185   186   187   188   189   190   191   192